el cielo empezó a llorar,
y sus lágrimas nos empapaban.
Entonces, tuve miedo de lo que vi después:
Tu rostro ausente me miraba,
ese rostro,
que he besado miles de veces,
mostraba a gritos una despedida.
-¡Llévame contigo!-grite en la lejanía-
Si te alejas de mi, se detiene mi vida.
Yo solo quiero estar contigo,
como conoces mi corazón,
conocerás la luz que te ilumina,
en tus momentos más oscuros.
Nunca he podido dejarte marchar,
la única mujer por la que perdería mi vida, eres tú.
¿No me digas que no lo sabías?,
cuando tus ojos se cruzaron con los míos,
mi amor por ti, se convirtió en infinito,
de una canción silenciosa,
a una locura maravillosa,
lo que significaba estar junto a ti.
No se como hacerlo,
eres todo lo que necesito,
me aterroriza caer en el abismo,
perderme sin encontrar el camino,
si tu no estas conmigo.
-¡Porfavor no me abandones!.
-¿Nunca sabes cuando debes rendirte?-me preguntaste-
-¡Nunca jamás!-te contesté-
-¡Entonces vámonos!-agarrándome de la mano- tú, eres mi hogar.
Dedicado a Xena la princesa guerrera
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