martes, 17 de marzo de 2015

MALEFICA 2

Una pequeña princesa,
Ha nacido en su gran reino,
Las hadas y los elfos,
La presentan sus respetos,
Colmándola de regalos,
Estos son los más preciados:
Felicidad, belleza, y largos años,
Es lo que desean para la pequeña,
En su futuro reinado.

Pero la luz se hizo oscuridad,
Y la princesa, tuvo que crecer lejos de su hogar.
Descubriendo y aprendiendo,
Los secretos y rincones de un mundo,
Que nadie puede llegar jamás.
Conociendo a un pequeño cuervo amigo,
Llamado Diaval.

La extraña dama,
Señora y poderosa mágica,
Protege a su princesa,
Convirtiéndose en su sombra,
Haciéndose invisible ante su presencia,
Guardando las distancias,
Donde quiera que valla.

Su nombre por mucho tiempo no importaba,
Hada madrina la hizo llamar,
Pero la niña de rubios cabellos,
Descubrió la verdad,
Y maléfica, no se podía ocultar más.

¡El ser mas maligno de la tierra!,
grito Aurora, Con sus ojos llenos de pena.
No era consciente de sus palabras,
Estaba enfadada y decepcionada,
Alejándose hacia un mundo,
Que ni siquiera ella misma conocía.

Maléfica tenía miedo de su propio maleficio,
Su cuerpo se estremeció de dolor al sentirlo.
Aurora estaba condenada al sueño eterno,
Tenía que rescatarla sin perder tiempo.

Entre los muros oscuros del castillo,
Estaba expuesta a desafíos y grandes peligros,
Provocados por un rey vengativo,
Queriendo su muerte,
Sin importarle el precio del destino.

Después de ver como el ultimo intento de salvar
A Aurora había fracasado,
Era extraño sentir que su corazón, frio por el dolor,
Se había convertido de nuevo, en tierno y cálido.
Su verdadero amor, lo imposible provoco,
Su pequeña, por fin despertó.

Después de vencer los peligros de su enemigo,
Se alejaron huyendo del triste castillo.
En el nuevo mundo, La felicidad,
Les envolvía con un suave manto de cristal,
Maléfica entrego la corona a su joven princesa,
Para que siglos de los siglos pueda reinar.

Maléfica y Aurora,
Siempre unidas en verdadera amistad,
Fuerza y familia, Nadie nunca las podrá separar,
La unión hace la fuerza, Por los siglos de la eternidad.









LEGION

¿Tendré el mal de ojo?, a veces pienso que la gente con solo mirarme sabe quien soy. Parece que tuviera dibujado un Estigma delante de mí. No tengo ni fuerzas para hacer nada, no soy yo mismo, alguien tira de mi alma queriendo hacerla desaparecer poco a poco. No siento el tacto de mis manos, es como si me tocara otra persona y no yo, me siento raro sin que no perteneciera a este mundo. Los escalones se me hacen duros de subir, mi estado físico se deteriora, creo estar en el infierno donde mi alma se consume por las llamas una y otra vez sin descanso. El amor, la felicidad, la ternura, la bondad, mi fe, ¡todo se ha esfumado!, ya no existe, mi mente se ha vuelto en blanco, ya casi ni recuerdos tengo. Me rodean sombras entre la oscuridad, espectros sin rostro me están llamando, sus frías manos congelan mi cuerpo y me hacen ver cosas que jamás creí que vería. Estoy atrapado en su mundo de tinieblas en lugares prohibidos que no se permiten en la tierra. Mis ojos han sido testigos de los secretos del otro lado, me han convertido sin yo quererlo, ahora ya eh cambiado, lo noto en mis entrañas. Ya no tengo alma ni sentimientos, puedo dañar con un solo chasquido de mis dedos, soy fuerte, invencible, la inmortalidad me ah marcado me han hecho hacerme ver lo que de verdad soy y de donde vengo, ni siquiera pertenezco a este mundo pero si al de ellos. Nadie se atreve a llamarme por mi nombre soy todos y muchos soy uno, soy, Legión.