domingo, 26 de octubre de 2014

¿CUAL ES EL FUTURO?

Dicen que los jóvenes son el futuro, pero te paras a pensar y dices: ¿Y si no hay futuro? . Existen dos clases de jóvenes: están los Jóvenes que se quieren sacar una carrera, y sus padres no pueden pagar sus becas de universidad por que o una de dos, se han quedado en paro o han subido las tasas. Jóvenes que los ves estudiando hasta las tantas de la madrugada para que luego, de lo que han estudiado, no les sirvan para nada y se vean trabajando de cajera, repartidor, barrendero, limpiadora… ojo no estoy diciendo que estos trabajos sean de lo mas bajo, quiero decir, que nadie les da una oportunidad a esos jóvenes que lo dan todo por una carrera. Alguno de ellos podría esconder la cura del cáncer, la cura del sida, de la leucemia, o la cura de muchas enfermedades, jóvenes con talento desperdiciados porque nadie les escucha ni les valoran en su futuro profesional.

Y También están los jóvenes que no hacen nada, que se van de fiesta y no saben beber, que te asustas solo de verlos tirados en un banco del anden de la Renfe, o algunos sujetados por sus propios amigos porque están vomitando delante de todo el mundo porque no han podido retener lo que han consumido. Jóvenes que se preparan un porro en tus mismísimas narices sin importarles de verdad que es lo que piensas de ellos. Los ves dando patadas a una parada de autobús, acabando por romper los cristales, quemando una papelera por que eso les divierte. Insultando a la gente por que no les haces caso o por que no les miras ni les das conversación y te gritan o te insultan. Y también piensas: ¡y dicen que los jóvenes son el futuro!. No nos equivoquemos, están los que rinden y los que no hacen por hacer, los que estudian y los que no quieren, los independientes y los que viven de los padres.

Entonces ¡que queda! Que debemos de esperar del futuro.Nadie sabe la respuesta por dura que sea solo nos quedara esperar un milagro.








EL CORAZON QUE QUERIA VIVIR

Un corazón sin destino, atravesó el cielo en busca de dios. Cuando lo encontró se presento ante el y le dijo:

-Señor, creador del cielo y la tierra, me poso ante ti porque soy un corazón sin dueño. En los últimos siglos de mi existencia, eh permanecido en personas que me han utilizado para hacer el mal solo eh conocido la desgracia, la enfermedad, la dolencia, la podredumbre, la muerte, me eh vuelto frio e inhumano. Sufro y aun sigo sufriendo y tengo miedo de no poder cambiarlo si mañana me tocara algo peor de lo que eh podido soportar, ya ni fuerzas tengo para querer seguir viviendo. Por favor ayúdame.

Y Dios le respondió: -Has demostrado valor viniendo ente mi algo que muy pocos consiguen ya sea por vergüenza miedo o arrepentimiento. Un corazón nunca debe sentir vergüenza tiene que saber donde esta su sitio disponer de valor, voluntad, amor y benevolencia. Tus palabras han sido escuchadas, te ayudare según mi voluntad, lo demás dependerá de ti.

El corazón sin darse cuenta, se encontraba en la tierra viviendo dentro de su propio cuerpo que Dios le había dado. Podía ver, respirar, moverse, correr, andar incluso hablar, consiguió tener su propia voz, logró aprender lo que era la bondad y la sinceridad, por fin pudo amar a su manera.